Cada paciente de cáncer es un mundo y, además, durante el proceso de la enfermedad, el ánimo varía mucho de un día a otro. Por tanto, es difícil ofrecer pautas que nos funcionen a todos, o que nos funcionen todos los días. Pero estos son los diez mandamientos como paciente de cáncer que yo seguí durante el tratamiento (y que fui aprendiendo durante el proceso) y que tal vez te puedan ayudar.

  1. Confiarás en los médicos. Una de las cosas que más me llamó la atención cuando llegué a una consulta de oncología fue la cantidad de estudios e investigaciones que se han hecho y que han permitido conocer mejor la enfermedad y perfeccionar los tratamientos. El índice de supervivencia es muchísimo más alto que hace unos años y la calidad de vida de los pacientes oncológicos ha mejorado significativamente. Ten fe en los médicos y confía en que pueden ayudarte.
  2. No buscarás información en internet. Es la primera tentación en la que cae casi todo el mundo; pero piensa que la información que encuentres puede no proceder de una fuente fiable. Ten en cuenta también que encontrarás datos genéricos que pueden no corresponderse en absoluto con tu caso concreto. Hay muchos tipos de cáncer y no se debe generalizar. Y, además, te adentrarás en un mundo con un vocabulario propio que probablemente no controles. Es mucho mejor que la información te llegue por tus médicos, que serán capaces de explicarte tu situación y el camino a seguir.
  3. Seleccionarás los consejos que recibes. Mucha gente intenta aconsejarte y lo hacen con su mejor intención, pero tal vez lo que te recomiendan a ti no te venga bien o incluso no tenga nada que ver con lo que dicen tus médicos. No sigas cualquier consejo y, por supuesto, no los sigas todos.
  4. Te dejarás mimar y aceptarás ayuda. El proceso de esta enfermedad es largo y se lleva mucho mejor si recibes el apoyo y el cariño de los que te rodean. Hay estudios científicos que han demostrado que el índice de supervivencia es mayor en personas que tienen un círculo social que las acompaña. Es el momento de que te mimen y te ayuden en lo que necesites. Según mi experiencia, el cariño de tu gente te da una fuerza increíble para afrontar la enfermedad.
  5. Evitarás el estrés y buscarás tranquilidad. Por muy fuertes que nos sintamos, el cáncer conlleva una carga mental importante. Es lógico que no tengas fuerzas ni ganas para enfrentarte a más problemas; incluso el resto de preocupaciones pasan a un segundo plano y ya no te importan tanto. Reserva tus fuerzas para llevar la enfermedad lo mejor posible, reduce tu estrés todo lo que puedas e intenta rodearte de tranquilidad.
  6. Intentarás exteriorizar cómo te sientes. Durante el tiempo que dura el tratamiento habrá días muy buenos y muy malos. Cuéntale a tus familiares y amigos cómo te sientes en cada momento para que puedan ayudarte. A veces te apetecerá distraerte o divertirte; otras, necesitarás la soledad o una conversación tranquila. Exprésalo para que sepan cómo ayudarte.
  7. Aprenderás a decir “no”. Es probable que no tengas ganas de enfrentarte a nadie, de contradecirle, o tal vez no quieras defraudar a alguien que te está cuidando con su mejor intención y todo eso te lleve a aceptar propuestas que realmente no te apetecen. Es el momento de pensar en ti. No temas decir “no”. Seguro que si respondes a esa persona que le agradeces la propuesta pero que no es el momento, lo va a entender perfectamente.
  8. Te acompañarás de un/a profesional de la psicología. Te ayudarán a gestionar tus emociones, te escucharán, te entenderán, te guiarán… Existe, además, la especialidad de la oncopsicología. Si puedes, no dudes en contar con ayuda profesional. Un lujo.
  9. Te asegurarás de tener momentos de evasión. Un paciente oncológico pasa mucho tiempo en el hospital: pruebas, consultas, tratamientos… Y también pasarás tiempo hablando de tu enfermedad con toda la gente que está pendiente. Pero busca una actividad que te ayude a desconectar. Elige algo que te guste hacer, un hobbie que te permita evadirte de tu vida de enfermo y te ayude a disfrutar.
  10. Llevarás una vida saludable. Otra de las cosas que me ha quedado clara como paciente oncológica es la importancia de una vida saludable. El proceso es totalmente distinto en personas que cuidan su alimentación, hacen ejercicio y gozan de buen estado de salud, que en personas que tienen otros problemas asociados. Hay cosas que están en tu mano y no son difíciles: cuida tu alimentación y haz ejercicio. Además, te ayudará a sentirte mejor.

Estos son los diez mandamientos que yo fui aprendiendo por el camino y que me han ayudado a llevar la enfermedad de la mejor manera posible. Repito que cada persona es un mundo y le funcionarán cosas diferentes. Ojalá nadie los necesite, porque no tiene la enfermedad o porque sabe perfectamente cómo afrontarla. Pero si no es así, te regalo mi decálogo por si puede ayudarte. ¿Me cuentas cuáles son tus mandamientos? ¿Has puesto alguno en práctica? ¡Te leo en comentarios! puesto alguno en práctica? ¡Te leo en comentarios!